Muchas piedras preciosas naturales son tratadas o mejoradas y tradicionalmente aceptadas de la industria de la joyería (salvo los diamantes). Estos tratamientos pueden afectar a cómo se debe limpiar y cuidar su joya de piedras preciosas de color. En estos casos lo mejor es consultar a su joyero, bien sea para que él mismo la limpie, bien para que nos aconseje como hacerlo.
Por lo general las esmeraldas, rubíes y zafiros debe de limpiarlos después de haberla usado utilizando un trapo limpio y ligeramente húmedo. Esto garantizará que siempre estén limpias y no necesiten mantenimiento. Posteriormente, y una vez cada dos años, conviene llevarlas a su joyero y que haga un mantenimiento profesional.
No exponga este tipo de gemas preciosas o perlas al agua salada o productos químicos fuertes como el cloro o detergentes. Estos productos químicos pueden deteriorar estas gemas. De igual forma intente mantenerlas alejadas de la laca del pelo, perfumes y otros productos abrasivos.
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